Vivimos en un mundo complicado,
los pocos paraísos, son fiscales,
se esquilman los recursos naturales,
y un pobre es solo un ser globalizado.
Encuentras una guerra en cualquier lado,
los medios dan versiones oficiales,
señalan que no todas son iguales,
y damos a la pizza otro bocado.
Hay muertos de primera y de segunda,
hay carne putrefacta en excedente,
hay gente desnutrida y moribunda,
hay gordos en ayuno intermitente...
El mundo es una mierda vil e inmunda,
que todos degustamos en caliente.
El mundo es un lugar sofisticado,
lo vemos por detrás de los cristales;
hipnóticas pantallas digitales,
te tienen todo el día enajenado.
Discutes dando golpes a un teclado,
con cientos de personas irreales,
en redes, a menudo antisociales,
y vives cada vez más encerrado.
El mundo es una jaula nauseabunda
con rejas escogidas por el cliente,
la cueva melancólica y profunda
que ampara a las personas de la gente,
la piedra empantanada y vagabunda
que órbita en un espacio indiferente.