miércoles, junio 25, 2025

La ley de mercado

 Tus pálpitos no estaban de alquiler,

mi pobre corazón no estaba en venta;

mercabas con perfume de mujer

y yo no cotizaba en esa cuenta.

Le di tres cuartos del alma a Lucifer

por una trasnochada Cenicienta;

el resto la guardé en mi neceser

y ahora sobrevive de la renta.

La Virgen de los Crónicos Dolores

cotiza en el mercado de valores

y endosa sus acciones a la baja.

Jamás nuestro jamás duró tan poco

y el mundo consiguió volverse loco

con esta obstinación en hacer caja.