domingo, mayo 18, 2025

Historias para no dormir

 Le doy los buenos días al asfalto

y esquivo dos mentiras y un embuste,

un timo, un infernal desbarajuste,

insultos y un fortuito sobresalto.

Se lanzan los traidores al asalto,

me das plantón me guste o no me guste,

y el médico se empeña en que me asuste

pues dice que mi sodio está muy alto.

Soporto cada ruego, cada queja,

aguanto al que, sin más, me despelleja,

y al listo que intentó tomarme el pelo.

Meriendo el algoritmo de una duda,

la sombra del pasado me saluda

y tú me miras mal si me desvelo.