Extinciones
Recuerdo que quedaban dinosaurios
el año de tus últimas sonrisas.
Después ya casi todo fueron prisas
y, el resto de mis días, solitarios.
No había ni reloj ni calendarios
ni dioses diabólicos, ni misas;
tan solo unas edades imprecisas
regidas por los ciclos planetarios.
No vimos lloviznar meteoritos
ni oímos cataclismos inauditos
que hicieran presentir una extinción.
Y en vez de estar pendiente de una ex
quedé con una indómita T-Rex
que supo devorarme el corazón.

0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home