Con gafas de lejos
Las guerras, desde el ático de Europa
las vemos al usar gafas "de lejos",
de aquí, solo se acuerdan los más viejos,
y pocos estuvieron en la tropa.
De lejos, disfrutando de una copa,
hablamos del conflicto sin complejos,
pendientes de los próximos festejos,
nadando con el traje en guardarropa.
Morimos solo por tener razón
en un infantilista enfrentamiento
si Putin es un facha o es de izquierdas.
En tanto, no perdemos la ocasión
de ser proveedores de armamento
sin forma de evitar ser unos mierdas.