Letanía de Sven

 Una islandesa que vi en Reykjavyk

me parecía una chica distinta

me apuntó el móvil con un boli Bic

y con la lluvia se borró la tinta

En Estocolmo me encontré una dama

rubia y pecosa como una muñeca

y cuando quise enseñarle mi cama

muy gentilmente se me hizo la sueca

Una muchacha que vi en Copenhague 

plácidamente tumbada en la arena

tú me dirás que no hay quien se lo trague

pero resulta que era una sirena

El día que en Oslo encontré una Noruega

me comentó que no estaba atraída 

una muchacha un poco mujeriega 

ya Os-lo dije, batalla perdida

Y cuando vi a una chica en Helsinki

Le dije tú eres la número cinco

pero resulta que era un poco quinqui

y dijo por él culo te la hinco