martes, junio 24, 2025

Te amé

 Te amé como se fuma en los portales,

sabiendo que era vicio, no deseo.

Después dejé tu olor en los cristales

y tu bailaste un vals con el más feo.

Tu adiós sabía a puntos cardinales,

mi boca se apuntaba a un bombardeo

y ardimos como sombras fantasmales,

encima de la tapa del aseo.

Debajo de tus bragas de mercurio,

fundí las pocas luces del tugurio

y, el aire, lo inhalé por el ombligo.

Dormí donde se duermen los malvados,

sin más absolución que tus pecados

y el juicio del reloj como testigo.