A Luisma
Yo sé, mi buen amigo, que te empeñas
en esto de ir cumpliendo otro guarismo,
por mucho que, a lo lejos, el abismo,
nos haga ver las velas más pequeñas.
Yo sé que aquellas lluvias tan norteñas
le van la mar de bien a tu organismo
y a ti, con ese punto de cinismo,
te sientan sensualísimas las greñas.
Yo sé que cuando hay sol dices agur
por ser el más bonito aquí en el sur
y darle algo de amnesia a cada invierno.
Y pasa la estación, y pasa el año,
y pisas con ardor cada peldaño
y en cambio, para mí, ya eres eterno.
