martes, diciembre 24, 2024

Son casi las nueve

 Ya son casi las nueve y llego tarde,

aún no he perpetrado mi soneto.

Rendirse sin luchar es de cobarde.

Fallarles,  una falta de respeto.

Tendría que volver a hacer alarde,

mostrarles sin recelo mi secreto,

sin capa ni antifaz que me resguarde,

rimando descuidado e indiscreto.

Ya son casi las nueve, el tiempo apremia,

mi pálido soneto tiene anemia,

carente más de hierro que de fe.

Ya son casi las nueve y hoy es fiesta,

la vida es un enigma sin respuesta.

Al menos hay soneto con café.