lunes, febrero 20, 2023

La invasión

Las naves extraterrestres desintegraban a cada cazabombardero que les intentaba interceptar. Fueron horas de combate brutal. A mediodía habían destruido casi toda flota terrestre. A las dos sonó una sirena. Segundos después, los aviones recibieron un haz de luz que los paralizó en el aire. Las naves siderales aterrizaron y los reptilianos salieron pacíficamente hablando entre ellos.


—Es la hora del almuerzo—dijo uno de ellos encogiéndose de hombros y en perfecto humano. 


Se encaminaron hacia una pizzería medio derruida. Entraron y el dependiente salió de detrás del mostrador con las manos en alto.


—No me hagan nada, por favor.—suplicó el pizzero.


El líder saludó, se volvió para contar el número de soldados que le acompañaban y exclamó:


—Pizza de pollo crudo para todos, por favor.


—Señor, no podemos servir pizzas de pollo crudo. Se cuecen en el horno. ¿Desean probarlas de pollo cocinado?


Asintieron y se sentaron. Al rato el camarero les sirvió.


—Deliciosas. Queda suspendido el ataque. Un planeta que cocina este manjar merece sobrevivir. Traiga algo de beber.— exigió el líder dejando dejando fluir el queso que empezaba a gotear.


El camarero les sirvió cerveza. Todos la escupieron al probarla.


—Pero ¿qué es esta porquería?—exclamó el líder 


—Es Cruzcampo, señor


—Estáis sentenciados.