Otoñozepam
Si la primavera la sangre altera
entonces el otoño la apacigua,
cuando todos los santos se santiguan
y toman las calles las calaveras.
Vendavales de hojas perecederas
dejan las copas arbóreas exiguas.
Hay setas de toxicidad ambigua,
y brujas, con escobas volanderas.
Si la primavera afloja tornillos
el destornillador de otoño aprieta,
los tonos ocres y los amarillos
tranquilizan las ánimas inquietas,
dan ganas de encogerse en un ovillo
hasta que el frío haga las maletas
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home