sábado, julio 26, 2025

El viento

 El aire no ventila la penumbra

de un cuarto que no ha abierto las ventanas;

la carne no alimenta los anhelos

de un alma que no quiere abrir la boca.

No anida la pasión en corazones

con rejas en sus tímidos ventrículos,

ni hay sitio para un tibio resplandor

en cíclopes que miran a otro lado.

Por eso no reviento los cerrojos,

no envidio a las rendijas de los muros,

no rasgo enrabietado el cortinaje

ni lanzo maldiciones a las puertas.

No insisto donde hay búnkeres herméticos, 

ni espero junto a sótanos blindados;

soy náufrago rendido en el islote,

hastiado de  misiones imposibles.

Pues sé que no hay oídos permeables

que le abran un camino a mis palabras;

prefiero suspenderlas en el aire

dejando que se pierdan en el viento.