Cómete el mundo ya
Comerse el mundo es fácil, buen muchacho,
pero hazlo, a poder ser, al desayuno.
No vayas a comerte más de uno
ni acabes provocándote un empacho.
Procura no almorzarlo en el despacho,
ningún momento allí es el oportuno.
Más tarde empezarás a hacer ayuno
o puede que, por contra, estés borracho.
A la hora de la cena, medio artrítico,
obeso, melancólico y presbítico,
no quedan muchas ganas de comer.
Por eso ha de servir mi testimonio
no sea que por mano del demonio
te traigan en un táper el de ayer.

0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home