Muerto en vida
Mis poemas atesoran vida propia,
nacen solos, no precisan de mi ayuda
y me tratan cual si fuera carne cruda
a la espera de una tierna necroscopia.
Mis poemas permanecen en la inopia,
le dedican condolencias a mi viuda,
y reiteran, en porfía testaruda,
que tan solo soy mi burda fotocopia.
Mis poemas, funerarios, van de luto,
me dedican, silenciosos, un minuto,
y me cantan bellos réquiems sin motivo.
Mis poemas solo quieren verme muerto
y aunque sepas, según consta, que no es cierto
no le digas a mis versos que estoy vivo.

0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home