lunes, abril 21, 2025

Palabras

 Tal vez debí pedir que no se fuera

a alguna licenciada del adiós,

dejándome añoranza, pena y tos,

y el cuarto más glacial que una nevera.

Quizá mi enamorada verdadera

buscaba un paraíso para dos

y, al fin, me machacó a sanseacabós

al ver que era un edén de clase obrera.

Quién sabe si no dije las palabras,

los passwords de los mil abracadabras

que causan que la magia siga viva.

Hoy sé que no las dije por mi bien,

hoy sé lo que expresar, pero no a quién,

y el mundo sigue yendo a la deriva.