domingo, agosto 25, 2024

Lo bailao

 Y un día, sin comerlo ni beberlo, 

vinieron a quitarnos lo bailao.

Cerraron hasta el último tablao,

que aún tenía rumbas de estraperlo.

Algunos fueron viejos de repente

y el ritmo pereció junto a la amnesia.

A veces, una leve parestesia

corría por sus pies tímidamente.

Salían a la calle cada día,

ajenos a cualquier coreografía

que el viento sugiriera por despiste.

El mundo no volvió a ser como antes;

las mismas situaciones delirantes,

igual de demencial, pero más triste.