jueves, agosto 08, 2024

2° A las aceras.

 Con una margarita en la mochila,

con un escalofrío en cada paso,

con una insurrección en la pupila

y un pálpito que nunca viene al caso.

Con miedo a no tener nombre de pila,

con mapas de la senda del fracaso,

con ganas de salirme de la fila

de un tren que siempre llega con retraso.

Sin una triste boca que me bese,

sin litio en el motor del gepeese,

sin fuel para bajar las escaleras.

Cansado de molinos y de vientos,

de historias terminables y de cuentos,

me enfrento cada día a las aceras.