martes, mayo 24, 2022

El misterio del Gran Asia (Capítulo 4)


   Pase y siéntese, por favor. ¿Qué día dice que estuvo hablando conmigo? — interrogué mientras le señalaba un sillón

   Pues justo el viernes pasado, ¿no se acuerda?

El vendedor tomó asiento, algo inquieto

   Pues no, lo siento mucho. No estuve aquí el viernes pasado.

   ¿Cómo que no, hombre? Estaba usted preparando un asado y llevaba ese delantal verde que está ahí colgado. Tenía la televisión de fondo con Piratas del Caribe. ¡Incluso me estuvo contando que el domingo iría al Nuevo Mirador a ver al Algeciras!

   Nada de esto tiene sentido. Usted se está inventando todo esto. ¿Dónde está mi hijo? ¿Quién nos está escuchando? ¿Qué es eso que lleva en la oreja?

El vendedor se revolvió incómodo y miró hacia la puerta. 

   Está usted muy nervioso — dijo en voz alta como si quisiera que alguien le escuchase.

   ¿Dónde está la aspiradora que había que probar? — inquirí.

Miró de nuevo hacia la puerta, que de pronto esta se abrió, apareciendo mi hijo y yo mismo a través de ella.

   Papá, tranquilo. Te lo vamos a explicar todo

   ¿Qué es lo que me tienes que explicar, hijo? ¿Quién es este hombre idéntico a mí?

   Papá… ¿Te acuerdas de cuando eras niño?