viernes, octubre 30, 2020

Fin de fiesta

 El bálsamo de verme en tu mirada

redujo por completo mis heridas,

que vi por un instante descosidas

por dientes de la fría madrugada.

El tacto de tu mano entrelazada

curó de las ausencias tan temidas,

surcadas tantas veces en mil vidas

por aspas de la cruel agua pasada.

En cambio el aguijón de tu ruptura

clavó sin compasión mi paladar

con agrio sucedáneo de amargura

que ya me resultaba familiar

y el zumo que sangró por mi costura

fue río refugiándose en el mar