miércoles, octubre 30, 2019

Cuarenta y nueve

Tras tantos litros que en un año llueven
Tras cerrar el ciclo del calendario
Tras cubrir de nuevo el itinerario
Hoy cumplo por fin los cuarenta y nueve.

Aunque no sea nada del otro jueves
y no se mencione en el noticiario
estando los cincuenta en el vestuario
hay algo por dentro que se te mueve

Pero mantengo las ganas intactas
por todo lo que mi vida alimenta,
los pequeños detalles que me impactan
y que mantienen mi mirada atenta.
Que dentro de una anualidad exacta
ya brindaremos ante los cincuenta

Estampa

Cualquier día se nos hundirá el pecho
por golpearlo con tantas razones.
¿Quién se acuerda de las obligaciones,
con lo bonitos que son los derechos?

Incluyéndonos todos es un hecho
que en cientos y cientos de situaciones
si se nos presentan las condiciones
aún actuando mal sacamos provecho

Y sin dudarlo pongamos primero
a quienes hacen la ley y la trampa
porque nos dan un ejemplo rastrero
y luego impunes a sus anchas campan
Quizás por eso ya no me abandero:
me parece una patética estampa

martes, octubre 29, 2019

Coffee Time

No figura entre las drogas más duras
de lo cual yo francamente me alegro
pues recurriría al mercado negro
para encontrarlo en su forma más pura

Lo necesito por cuánto me cura
y porque en su ausencia me desintegro.
Aunque redunde, lo prefiero negro,
y en su correcto punto de dulzura.

Yo que no soy de venerar altares
confieso que le tengo mucha fe
por resucitarme en los despertares.

Juro que por siempre te tomaré,
en mi casa, en restaurantes o en bares,
muchas gracias, milagroso café

lunes, octubre 28, 2019

Anda y vete a la mierda

Anda y vete a la mierda, cacho guarra
a mí no vuelvas a llamarme vieja
la juventud que ahora mismo festejas
se borra como la tiza en pizarra

Que de momento los años te agarran
y en cuanto te agarran ya no te dejan.
El lobo del tiempo, con dos orejas,
te contempla con los brazos en jarra.

Y no tengas dudas de que te apresa
y que a dentelladas te despelleja
y se toma un café en la sobremesa

Así que atiende a quien hoy te aconseja
y que te dice de manera expresa
que  mí no vuelvas a llamarme vieja


Buon giorno, ragazza

A menudo me encandilaba de ella
su modo de llamarme gilipollas
Ante mis tan frecuentes idas de olla
no había forma más dulce que aquella.

Igual que aquella risa que destella
con el poco italiano que te empollas
y "buon giorno, ragazza" le farfollas
tal como Benigni en ¨"La vida es bella"

La banda sonora del entusiasmo,
la calma burlándose de la prisa,
el júbilo liberado en espasmos.

Un corazón libre sin cortapisas
La felicidad después de un orgasmo
Así era como sonaba su risa



domingo, octubre 27, 2019

El malo del cuento

El lobo siempre es el malo del cuento
si sólo escuchas a Caperucita.
No hay ninguna verdad que ya esté escrita
ni palabra que no se lleve el viento.

Nuestro camino hacia el conocimiento
depende de cuánto nos lo repitan
Percibir una mentira infinita
se convierte en un veraz argumento.

Sin duda deberías preguntarte
quién paga la información que te llega,
quiénes se convierten en juez y parte
y por qué las injusticias son ciegas.
A quiénes interesa controlarte
y en definitiva cuánto te juegas

sábado, octubre 26, 2019

Canas

Aunque no lo parezca fui moreno
pero eso fue en una edad muy temprana
Con veinte peiné mi primera cana
hasta hoy lucir completamente lleno

Atrás quedaron lo malo y lo bueno,
bodas, hijos, relaciones insanas,
divorcios, amores y muertes tempranas,
amigos, pérdidas, luces y truenos.

Con cada suceso de mi pasado
mi cabello se fue decolorando
pasando del negro a este gris perlado.

Se que hay más episodios acechando
y que acabará blanco inmaculado
empero aquí los estoy esperando

viernes, octubre 25, 2019

Adelantando minuteros

Cuando empecé a adelantar minuteros
y escalé por vez primera una hora...
cuando vi que el silencio me devora
y pide ración doble al camarero

Cuando me encontré un profundo agujero
en las vísceras con las que se llora
o cuando perdí mi fuerza motora
presa de un agotamiento severo

Cuando desperté con una sed ingente
agotados los vasos medio llenos
 cuando ansié respirar profundamente
aunque fueran oxígenos ajenos
fue el día en que comencé a ser consciente
de que tal vez te esté echando de menos

jueves, octubre 24, 2019

Nanas

... y era muy difícil no ser adicto
a aquellas noches de charlas y risas
donde nos escuchábamos sin prisa
desarmados ante cualquier conflicto

Me convertí en monárquico convicto
cuando ejercías de reina insumisa
y podía imaginar tu sonrisa
las pocas veces que salía invicto

Cuchicheábamos desde la nada
agudizando los cinco sentidos
figurándonos en nuestras miradas
voces bajitas para no hacer ruido
que eran igual que nanas susurradas
hasta que nos quedábamos dormidos

miércoles, octubre 23, 2019

Aquella cortina de humo

Si fui tu esclavo voluntariamente
suponía un gran error y lo asumo.
Descorría aquella cortina de humo
ansioso de asirte digitalmente.

Te apoderabas de mi subconsciente
sumiéndome en compulsivo consumo.
Era un ser dependiente en grado sumo
suicidándose paulatinamente.

Enemigo pulmonar y cardíaco,
un día no me quedó más remedio
que dejar de hacerme un favor flaco.

Por fin le ponía fin a tu asedio
y he conseguido vivir sin tabaco
en los últimos tres años y medio


martes, octubre 22, 2019

Esto que me está pasando contigo

Esto que me está pasando contigo
va contra la ley de la gravedad,
de mi gravísima incapacidad
para recordar que fuimos amigos.

Me pides que no siga, pero sigo
torturándome sin mostrar piedad.
Eres una sombra en la oscuridad
que se difumina si la persigo

Y sin embargo, hablamos durante horas
y en la distancia nos damos abrigo
y carcajadas ensordecedoras

Por mucho que lo intento no consigo
una explicación esclarecedora
A esto que me está pasando contigo

lunes, octubre 21, 2019

La gran mentira climática

Hoy saldré a la calles arremangado
con las chanclas de dedo y chubasquero
me comeré un buen plato de puchero
un chocolate caliente y helado.

Seguramente que habrás acertado
si va el paraguas en el maletero
con las sillas del playa y el sombrero,
y las cadenas de nieve a su lado.

Nadie piensa que el clima esté cambiando,
son simplemente eventos que se dan
en tanto que a nosotros nos van dando.

Los gobiernos ya tendrán algún plan,
incluso ya lo estarán aplicando
Trump, trampero, tiriti Trump, Trump, Trump

domingo, octubre 20, 2019

Mátrix

El día que tengamos que elegir,
si pillar al mentiroso o al cojo,
derredor miraremos de reojo,
y al embustero dejaremos huir.

El día que debamos decidir
entre comprimidos azul y rojo
en el que uno nos haga abrir los ojos
y con el otro podamos dormir,

no existirán cimientos que resistan
los ronquidos causando terremotos.

Aún preferimos ser cortos de vista
a defender nuestros derechos rotos.

Olvidamos que son una conquista
y los malgastamos con nuestros votos





sábado, octubre 19, 2019

Camino

Si no hubiera baches en el camino
yo no disfrutaría igual del viaje,
pasaría inadvertido el paisaje,
y me sabría a soledad el vino.

En el trecho que haya hasta mi destino
algunos habrá que suban y bajen
cambiaré más de una vez de equipaje
y el trayecto se hará menos cansino

Así que me instalo en clase turista
dispuesto a conocer nuevos parajes
reservándome, de forma imprevista,
la libertad de cambiar el pasaje
Que si la vida fuera una autopista
Seguro que nos pondrían peaje

viernes, octubre 18, 2019

Contractura y casualidad

En estos reencuentros imprevisibles
La casualidad escribe el relato
Yo te miro con ojos como platos
Aunque tu te hayas sentido invisible

Y me parece del todo imposible
Que mi memoria no encuentre el retrato
A pesar de los tantísimos datos
ha demostrado que no es infalible

Las mentes con la adecuada tortura
tarde o temprano,  a la larga,  confiesan
y de lo más hondo de la espesura
los recuerdos poco a poco regresan
No ha habido en la historia una Contractura
que generara esta misma sorpresa

Epílogo

Aún no sé cuando me volví invisible
ni cuando descumplimos las promesas
Ya nunca nos miramos por sorpresa
Ya no podemos hacer lo posible

Hoy que permanecemos impasibles
e intentamos turnarnos en la mesa
Hoy la costumbre no ha salido ilesa
Hoy el reloj se despertó inflexible

No hay terremotos en nuestro epicentro
Todas las gotas colmaron el vaso
Pienso aquí a solas, para mis adentros
La casualidad mezcló nuestros pasos
En aquel insperado reencuentro
y ha resultado un rotundo fracaso


jueves, octubre 17, 2019

Cuánto pesa un oso polar

La vida es corta para no intentar
pero muy larga para aquel que espera.
La incertidumbre es mala compañera
Y la mejor consejera es actuar
No digo que no se deba pensar
Pero en su justa medida y manera
Para saber de forma más certera
por qué camino se debe tirar

Por tanto, no queda otra que arriesgar
Ante ese Ángel caído del cielo
Y espero que le pueda impresionar
La pregunta que usaré como anzuelo
¿Sabes cuánto pesa un oso polar?
Lo preciso para romper el hielo

miércoles, octubre 16, 2019

Edades


Es una costumbre en recién nacidos
que se expresen en meses las edades
describe mejor las necesidades
en esos escasos tiempos vividos
Propongo para no vernos heridos
Allá en nuestras susceptibilidades
Que los que cumplimos en cantidades
Seamos de la misma forma medidos
Voy subiendo uno a uno los peldaños
Y tampoco es que la cifra me pese
Ya sé que va a ser idéntico el daño
Sé que da lo mismo cómo lo expreses
Pero en vez de cuarenta y nueve años
Son quinientos ochenta y ocho meses

martes, octubre 15, 2019

Confusión

Te juro que a veces no hay quien te entienda
aunque reconozco que soy cortito.
Te digo claramente, necesito
que me expliques de qué va esta contienda.

Por lo que se, me mandaste a la tienda
pero cometiste un error fortuito
al omitir que tenías apetito
y que se trataba de la merienda.

y  como yo no tengo el monopolio
y a todos se nos brindan paradojas
no entiendo que me formes este expolio
no entiendo, en realidad, por qué te enojas,
por dos paquetes de quinientos folios
en lugar de tus queridas milhojas

lunes, octubre 14, 2019

Buscando el Nirvana

En búsqueda intensiva del Nirvana
pasé toda la tarde meditando
y fui, sin darme cuenta, levitando
al ser mi naturaleza liviana

en mi cerebro se abrió una ventana
y pude, poco a poco, ir conectando
con Kurt Cobain, el cual me fue mostrando 
como se realizaban las asanas

"has hallado el nirvana equivocado"
me dijo Kurt cuando ya terminé
le dije que ya lo había notado,
y se marchó diciendo "Namasté"
Él tampoco estuvo muy acertado:
ya sabéis que tomo Namascafé





domingo, octubre 13, 2019

Imagen

Si me miras y solo ves vaqueros
mi piercing, sandalias o camisetas
si te quedas la imagen incompleta
con esos superficiales raseros,

yo no pienso ponerte ningún pero
eres libre de ponerme etiquetas
pero permíteme andar sin careta
que por dentro todos vamos en cueros

encuentra a quien le guste la corbata
busca a quien le quede perfecto el traje
seguro que hallarás gente muy grata
nunca desprecio a nadie por su imagen
valora, acaso, si metes la pata
por confundir persona y personaje




viernes, octubre 11, 2019

En la escalera de un castillo


En la escalera, subiendo a un castillo
pedí en matrimonio mi única vez,
sin estar en estado de embriaguez,
sin arrodillarme y sin un anillo.
Sus ojos verdes me otearon con brillo,
mil veces pude contar hasta diez
me sentí como un peón de ajedrez
al que la reina exhalaba el pitillo
No se decir que tiempo pasaría
Tuve que descongelar el reloj
Por fin se movió la fotografía
y no me dijo que sí ni que no
pensé que por callar otorgaría
pero parece ser que no otorgó

jueves, octubre 10, 2019

Sucederá

Sucederá, cuando menos lo espere
que un día cruzaremos las miradas
y sin duda ya no importará nada
más allá de que te quiero y me quieres

Serán compatibles nuestros deberes
Agendas y horarios bien encajadas
las mejores vidas jamás contadas
plenas de pasiones y atardeceres.

Y cuando ya no pueda imaginarme
que la vida me guarde algo mejor
cuando tus mil encantos me desarmen
y crea que voy a morir de amor
la realidad vendrá a zarandearme
con el implacable despertador

miércoles, octubre 09, 2019

El increíble caso de los niños voladores.


El increíble caso de los niños voladores.

Daniel tenía entonces seis meses. Se quedaba sentado perfectamente y había empezado a gatear con soltura, de forma un tanto precoz. Era un niño regordete, gracias a su insaciable apetito, pero tenía una fuerza descomunal para un crío de su edad.
Juan José tenía año y medio. Contrastaba notablemente con su hermano menor, al ser más delgado, moreno y vivaracho. Había encajado aceptablemente la llegada de Daniel. De hecho, fue tanto el empeño que puso toda la familia en que no tuviera celos del recién llegado, que recibía más atenciones incluso que antes.
Cuando Daniel cumplió cinco meses, pasamos su cuna de nuestro dormitorio al de los niños. Al principio temíamos que su irregularidad en el sueño afectara a Juan José, que era un dormilón de cuidado. Sin embargo, se adaptaron rápidamente el uno al otro.
El dormitorio de los niños era pequeño, pero tenía el tamaño suficiente para distribuir las dos cunas en paralelo, convenientemente separadas para evitar que el mayor pasara a la cuna del menor. Incluso, para evitar que aquel desplazara la cuna hacia la del hermano ayudándose con la pared, lo dejamos en la cuna que tenía freno en las ruedas.
El plan salía a las mil maravillas. Nuestro objetivo inicial, que era hacer a los críos más independientes de nosotros, y más cómplices entre ellos, se cumplía. Cuando a las nueve y media de la noche, tras el baño y la cena, depositábamos a cada uno en su cuna, no tardaban más de diez minutos en quedarse fritos. Pero ninguno consentía en quedarse dormido si estaba sólo en la habitación. Si uno de los dos se retrasaba en la cena, el otro no se dormía hasta que su hermano estaba a su lado.
Cada mañana, al despertar, se balbucían el uno al otro entre risas. Se tiraban juguetes, se gritaban, y Juan José nos llamaba alternativamente a María Elena y a mí. Era la señal que nos daban para decirnos que querían desayunar.
Una de esas mañanas, al entrar en el cuarto, la distribución normal de los elementos que lo conformaban estaba sutilmente alterada. Ambas cunas estaban en su sitio. La separación entre ambas era la adecuada (aproximadamente metro y medio). Sin embargo, Juan José estaba en la cuna de Daniel, y ambos me miraban divertidos, jugando entre ellos.
El análisis de la situación no aclaraba nada. Veamos. Es cierto que Juan José podría haber saltado de su cuna al suelo, pero era imposible que después hubiese trepado a la cuna de Daniel, hasta situarse dentro de la misma. No podía haber desplazado su cuna, porque se encontraba frenada. Y por supuesto, no podía haber saltado de una cuna a otra, salvo que tuviésemos al futuro plusmarquista mundial en longitud, altura y pértiga al mismo tiempo.
Como quiera que, a las nueve de la mañana, las ideas no fluyen al ritmo deseado (al menos, hasta después del café), pospusimos nuestras pesquisas, hasta olvidarlas.
A la mañana siguiente nos volvió a despertar el mismo jolgorio infantil. Recordé entonces lo sucedido el día anterior, y que no había revisado la habitación en busca de pruebas. Al abrir la puerta del cuarto, volví a encontrarme idéntico cuadro. En una cuna, dos hijos. En la otra cuna, cero hijos. Ambas cunas convenientemente separadas y situadas en su lugar. Y ambos niños riéndose en mi perpleja cara de asombro, y mirándose con una complicidad, quizá imaginada por mí, quizá mucho más real de lo que creía.
Esa mañana tomé dos cafés cargados y revisé con detenimiento la habitación. Claramente, las cunas estaban bien armadas. No tenían ningún resquicio por el que pudiesen entrar o salir niños. Alrededor de ellas, no había ningún objeto que pudiera servirles de escalera, trampolín, pértiga o lanzadera espacial. Revisé a Juan José en busca de chichones o moretones, ya que, de haber saltado de la cuna al suelo, independientemente del modo en que se hubiera encaramado luego a la cuna del hermano, el aterrizaje podía haber sido algo más que forzoso. Todo parecía estar bien.
Esa noche, me desperté sobresaltado por una pesadilla. En el sueño, entraba en el dormitorio infantil y sorprendía a mis hijos flotando, siguiendo una extraña coreografía en la que brincaban de una cuna a otra, haciendo piruetas en el aire. Al cruzarse entre sí, se enganchaban de los codos, cambiando de dirección y volviendo al punto de partida. Y reían. Una risa contagiosa que se acentuaba cuando me miraban. Y me decían “Papá, mira lo que hacemos, ja, ja, ja.”.
Fui corriendo a su cuarto, encontrándolos plácidamente dormidos y, lo más tranquilizador, cada uno en su sitio.
A la mañana siguiente, risas a dos voces. Una cuna vencía a la otra rotundamente por dos a cero. María Elena y yo no encontrábamos explicación, pero preferimos no volvernos paranoicos, al menos por el momento.
Esa tarde mi esposa trabajaba, así que me tocaba a mí encargarme de los niños. Estuvieron toda la tarde jugando con total normalidad, y yo no podía evitar observarlos con cierta curiosidad, intentando ver algo en ellos que desentrañara el misterio.
Cuando se acercaba la hora del baño, comenzaron a ponerse irritables por el cansancio, así que los subí a su dormitorio un poco antes de tiempo, mientras preparaba las bañeras. Puse a cada uno en su cuna, salí de la habitación, abrí el grifo de la ducha, llené tres veces una olla de diez litros para llenar la bañerita de Daniel, situada en una habitación contigua, y entre de nuevo en el dormitorio a por las toallas. Superpoblación de niños sonrientes en una cuna, árido desierto en la otra. 

                          -¿Os estáis burlando de mí? –
Obviamente, la única respuesta fue una risa conjunta.
                          -“Me estoy volviendo tarumba” – pensé – “Estoy empezando a ver visiones”-

En los días posteriores, continuó la misma tónica. Cada vez que ambos críos estaban solos en el cuarto, se producía el extraño fenómeno de tele transportación. A veces intentábamos espiarles desde la puerta, pero sin resultado. Parecía que, al sentirse observados, no ponían en práctica sus trucos de magia potagia. Incluso coloqué una cámara de vídeo en la habitación, pero el resultado fue dos horas de grabación de dos niños dormidos.
Decidí sorprenderlos. Estaba claro que se cambiaban de cuna al despertarse, cuando sabían que nadie entraría en la habitación hasta que empezaran a llamarnos. Resolví entonces dejarles esa noche la puerta entreabierta, y levantarme temprano y esperar a que se despertaran. Puse el despertador a las ocho, y a esa hora aún estaban dormidos.
A las ocho y cuarto, Juan José se despertó. Se puso de pie en la cuna y empezó a llamar a su hermano.
                                -Teté, teté – lo que traducido a lenguaje adulto significa “Daniel, Daniel”.
Daniel se despertó casi de inmediato, y al mirarse los dos comenzaron a reírse. Entonces Daniel, que ya gateaba, se puso en dicha posición y comenzó a moverse hacia delante y hacia atrás con vigor. El movimiento de vaivén que realizaba, hizo que su cuna, la que no tenía frenos, comenzara a desplazarse hacia la de su hermano. Sólo hicieron falta unos 90 cm, ya que a mitad del recorrido, Juan José alcanzó la cuna móvil y tiro de ella hacia la suya para proceder al abordaje. Saltó con limpieza a territorio enemigo, y una vez dentro, propulsó su medio de transporte empujando el que había sido su lecho, primero hacia el armario y luego, apoyándose en este, hacia el punto de partida. Cuando lo consiguieron, ambos niños rieron alborozados.
Un sudor frío de pánico comenzó a recorrerme la espalda. Esto era realmente más aterrador que presenciar niños volando por la habitación. Esto era horripilante. Si con año y medio y medio año, estos críos podían actuar de esta forma sincronizada y coordinada, el futuro que se nos presentaba era francamente espeluznante: ¡¿Qué sería capaces de hacer con cuatro años?!



Aquellos niños voladores

Fueron aquellos niños voladores
que nos volvían locos con las cunas
los que hoy quieren volar sin duda alguna
para aprender de sus propios errores.

Ambos pudimos ser padres mejores
Jamás supimos luchar los dos a una.
Pero hemos cosechado la fortuna
de educarlos fuertes y luchadores

Así que cuando rujan sus motores
y pongan rumbo, acaso, hacia la luna
que a nadie le extrañe entonces que llore
alguna lagrimilla inoportuna,
orgullo de esos niños voladores,
que nos volvían locos con las cunas

Actualizados

Igual es mejor no comunicarnos
para evitar los malos entendidos.
Superficiales y bien avenidos.
La lejanía en lugar de arrimarnos.
Darnos gelidez para no quemarnos
con el roce sutil de los latidos
Acudamos a la guerra vencidos
por el tenso temor de lastimarnos.
Profilácticamente anestesiados
contra el cálido tacto de una mano.
Extirpémonos del que viene al lado
con fina precisión de cirujano.
Viviremos vilmente actualizados
Seremos cada vez menos humanos


martes, octubre 08, 2019

Pobres bestias

Vas al circo y te apena el elefante
obligado a subirse a un taburete.
Te indigna que en el pueblo más zoquete
A los toros den un trato humillante.

Tendríamos que ser intolerantes
a que un perro se de como un juguete.
o a que corran sin freno los billetes
con la cabra y el gitano ambulante.

Los coches de caballos, tan bonitos,
sabes que no descansan ni se turnan
o los hamsters, corriendo al infinito
en su rueda de vida taciturna
o ese pobre votante españolito
convocado eternamente a las urnas

lunes, octubre 07, 2019

El ratoncito y la Reina del Queso

En el lejano Reino del Pinsapo
reinaba la bella Reina del Queso
más yo superé mi vergüenza ante eso
pese a no ser un ratoncito guapo

Me encaminé hacia el reino a todo trapo
pues era conocedor del proceso:
si la reina me regalaba un beso
tendría metamorfosis en sapo.

Era el segundo beso medicina
Debía besarme con frenesí
para cambiarme a jefe de cocina
y poder darle lo mejor de mí:
derretir su queso en una piscina
y bañarnos juntos en la fondue

domingo, octubre 06, 2019

Amiga Imaginaria

Mi muy querida amiga imaginaria
aunque no te tuviera de pequeño
de adulto te apareces en mis sueños
llenando esta existencia solitaria

Soy libre de pensarte extraordinaria
de mirarte, detenido y risueño,
de anhelarte dando todo mi empeño
de evocarte en mi subsistencia diaria

por eso permíteme que prosiga
imaginando con todo el suspense
Pero deja también que ahora te diga
que por muy magnífica que te piense
manifiéstate ya, querida amiga
que a este paso, vas a ser mi forense.

sábado, octubre 05, 2019

La felicitá

La felicidad es bastante extraña
porque con muy poquito te ilumina
con aún menos, después, se difumina
y con casi nada, luego, se empaña.

La encuentras al subir una montaña.
La pierdes con un ciclo que termina.
Vuelve con la familia en la cocina.
Se va cuando ya nadie te acompaña.

Está si te sumerges en un viaje
y cuando tras viajar vuelves a casa.
La tienes si te queda bien el traje.
Y explota si perdiste algo de grasa.
La mía es cuando, sin previo mensaje
descubro que me escribiste en el Whatsapp

viernes, octubre 04, 2019

Otoño

Habrás notado que el día es más corto
y que has alargado los pantalones.
O que desde el fin de las vacaciones
te encuentras meditabundo y absorto.
Tampoco yo, a menudo, me soporto.
y escucho lacrimógenas canciones
Y aunque emprenda interesantes misiones
luego incipiéntemente las aborto.
Te dan ganas de abandonar la dieta
de la que empiezas a estar hasta el moño
y de ponerte hasta el culo de setas
de castañas, de nueces y madroños.
Las hojas se van muriendo, discretas.
Yo cumpliré cuarenta y nueve otoños

Mi madre y su novio alemán

Sentada con tu abanico y tus guantes
Desconfigurado tu termostato
En tu sopa de letras, garabatos
que trazas con el pulso vacilante.
A veces, aunque me tienes delante
te preguntas durante un largo rato
"¿quién narices será este mojigato
que a menudo me resulta irritante?
Que tiene tanto empeño en que me bañe
y en que la crema no se quede fría,
que insiste en que la escudilla rebañe
y en que no esté en mi cuarto todo el día
Que no es que vea mal que me acompañe
Seguro debe ser familia mía"

Autoextinción

Una isla de plástico en el Pacífico
Animales con petróleo en las venas
En las playas hay más algas que arena
Son fotos de un paisaje terrorífico
Ignoramos los consejos científicos
Mientras plastificamos nuestra pena
Se irá el mundo al tirar de la cadena
Con el estruendo de un pedo magnífico
Y atrás se quedarán las religiones
Con sus templos oraciones y ritos
Los bancos, las empresas, las acciones
Las políticas, fronteras y mitos
Extinguidos por malas decisiones
No hará falta, siquiera, un meteorito

Getares

Es septiembre y es sol sigue atronando
a los escasos bañistas que vienen
Gaviotas que en la playa se entretienen
Con las basuras que van encontrando.
A lo lejos hay cometas volando
ante los vientos que más les convienen
con las corrientes de aire se sostienen
mientras que alguno pasea observando
Se ven pasar algunos corredores
y todavía están llenos los bares
Ya se van marchando los pescadores
cuando la luna ha alejado los mares
Más o menos estos son los colores
de la paleta que tengo en Getares