domingo, julio 27, 2025

Apetito

 ¿Qué hacer del animal que se despierta

famélico de músculos y pieles,

con súbita avaricia en la saliva

y el hambre y la mirada en las entrañas?

¿Qué hacer cuando la bestia despereza

las fauces en la arena del desierto,

prendado en el contorno de un oasis

que luego se revela un espejismo?

¿Qué hacer con los mordiscos atrasados

que adeudas en la carne de la presa?

¿Qué hacer cuando las huellas en su piel

desangran tu conciencia poco a poco?

Quizá no quedarán sombras chinescas

ahogadas por las luces de la aurora,

burlando el apetito verdadero

que nunca tiene tiempo de una cita.

Quizá nada es más triste que ese espasmo

voraz y funcionario que amanece

en víctimas que acceden resignadas

por no encontrar al lobo de sus sueños.