061
Que un tipo en su sano juicio,
con sobrepeso y pasados los cincuenta pretenda aprender a patinar, es
algo de lo que podríamos hablar otro día.
En la última guardia el 061, ya
saben, los del mono naranja, acudió a un domicilio por un accidente
doméstico con fractura de tibia y peroné, traumatismo cráneo encefálico y
facial y asfixia severa por ahogamiento.
J.R.M., operario
de limpieza, adquirió por internet, días antes unos patines en línea.
Siguiendo un tutorial de YouTube, comenzó a practicar apoyando las manos en las
paredes del pasillo de su casa, con la intención de entrenar el equilibrio.
Según manifestó
posteriormente, se fue envalentonando y abandonó los pasos de bebé para
emprender ligeros deslizamientos a lo largo del pasillo. Dado que, en uno de
los extremos del mismo se encontraba el cuarto de baño, como resultado de unos
de esos deslizamientos el sujeto perdió el control, abalanzándose sobre su
puerta entornada. Entró amortiguado en el baño y el choque contra la cesta
de mimbre para la ropa sucia le hizo rebotar y caer en posición anómala, lo
que fracturó tibia y peroné. En dicha caída, su cabeza quedó
encajada en el inodoro, con fractura de frontal, pómulos y maxilar.
Además, sobrevino un cuadro de hipoxia severa al no poder respirar otra
cosa que la orina no evacuada por no tirar de la cadena.
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