Poember. 30 de Noviembre: Blanco

 Han sido treinta días de poemas

un mes, sin más, rimando contra el viento,

un mes de atar las sílabas que cuento,

un mes de revisarme los esquemas.

Un mes de bendiciones y anatemas,

hablando a un altavoz del pensamiento,

usando la palabra de instrumento,

plasmando inconfesables teoremas.

Un mes de desangrarme el esqueleto,

de vísceras, de carnes y de piel,

mostrándome desnudo en cualquier flanco,

un mes dejando aquí en cada soneto,

la esencia de mi torre de Babel,

plantando cara al cruel papel en blanco.

Poember. 29 de Noviembre: Vértice

 A veces me planteo que a tu lado

me siento como un obtuso integral

y veo en perspectiva tangencial

que sumo menos de lo que he restado.

Tal vez parezca el más cuadriculado,

e incluso demasiado radical,

me enfado de manera exponencial,

y sé que mi autoestima se ha quebrado.

Factores necesarios para ver

la línea gris que va del manicomio

al vértice crucial de mi dilema.

E insisto en mi obsesión de resolver,

la incógnita sutil de este binomio,

la clave misteriosa del problema.

Poember. 28 de Noviembre: Ejército

 Detrás de una montaña de pelambre,

asoman dos ojillos vivarachos,

debajo un laberíntico mostacho,

y un morro que estará siempre con hambre.

Le siguen, como al polen el enjambre,

oliéndola un ejército de machos,

que ya regresarán tristes y gachos,

no habrá ya nunca miel en ese estambre.

Decido por mi noble compañera,

y primo su salud sobre su instinto,

la fábrica de carne de perrera,

mañana cerrará con un precinto.

Quizá pudiera ser de otra manera

sí el mundo fuera un hábitat distinto.

Poember. 27 de Noviembre. Cálculos.

 No entrabas en mis cálculos erróneos

y ahora no te vas de mi cabeza,

Será nuestra inusual naturaleza,

tomar rumbos, quizá, menos idóneos.

Sin alta, evaluación, ni diagnóstico,

estamos al principio del camino,

sin plan, ni trayectoria, ni destino,

ni ganas de cumplir ningún pronóstico.

Y así, de dopamina hasta las cejas,

con charlas, caminatas y canciones,

dejamos los "te dejos" y "me dejas"

por cientos de románticas razones,

contando psicotrópicas ovejas,

sin lámparas ni libro de instrucciones.

Poember. 26 de Noviembre: Dinero

 No estoy buscando un trabajo mejor,

ya no ambiciono ganar más dinero,

visto lo justo por no andar en cuero,

trapos con más de una vida anterior.

Tengo un hogar con belleza interior,

y aún le remiendo más de un agujero,

viene a ser poco lo que ahora requiero,

sólo exceptúo, si acaso, el amor

Regálame el tuyo en dosis ingente,

de amor verdadero, mil toneladas

dame tu amor en el cuarto, creciente

de besos calientes, manos heladas

que nunca parezca ser suficiente,

nunca tengamos las pilas cargadas.

Poember. 25 de Noviembre: Alrededor

 Feliz como una mosca alrededor

de un plato de pastel inesperado,

audaz, como un imberbe enamorado,

haciendo una locura por amor.

Febril como un flamante vacunado

que aún mantiene un poco de dolor,

Voraz como quien no espera al calor

y goza de festines con helado.

Insomne como un náufrago nocturno,

sin sueño, sin islote y sin patera,

nervioso como aquel que aguarda turno

y no sabe muy bien lo que le espera,

lejano, como anillo de Saturno

ansioso por tenerte aquí a mi vera

Poember. 24 de Noviembre. Reino

 Dejando sendos pies sobre la tierra,

no tengo pretensiones de altos vuelos,

soy súbdito del reino de los suelos,

mejor en pie de paz que en pie de guerra.

Quizá por mi actitud algo gamberra,

hay gente que se tira de los pelos,

y yo no paro de empapar pañuelos,

por ser tan proverbial hijo de perra.

Los años me han tornado maniático,

y suelo responder con cierto enojo,

tal vez desagradable y antipático,

si insertas tus pezuñas en mi ojo.

Quitando esos reflejos automáticos,

te puedo dar la mano sin sonrojo.

Poember. 23 de Noviembre: Poesía

 Jamás me entusiasmaron los motores

tampoco me atraía el bricolaje,

no fui un adolescente muy salvaje,

y siempre me aquejaba el mal de amores.

Moraba mucho más los interiores,

o acaso me entregaba a algún paisaje,

soñaba con estar siempre de viaje,

y hacia colección de mis errores.

Forjaba mi afición por la lectura,

el cine, la canción, la poesía,

solté muy poco a poco la armadura,

y supe estar en buena compañía.

Así se le hilvanaron las costuras,

al hombre que se muestra aquí hoy día.

Poember. 22 de Noviembre: Cantar

 Que nadie prometió camino llano,

que nadie dijo coser y cantar,

que solo caminamos por el mar,

tocando fondo más tarde o temprano.

Tampoco nos dijeron de antemano

que no estamos rendidos a un pulgar,

que no somos juguetes del azar

ni súbditos del pétreo Gran Hermano.

Nos cuentan solo parte de la misa

y estamos distraídos con los cascos,

totalmente comidos por la prisa,

y haciendo media vida en los atascos,

a veces sin querer nos da la risa,

y menos mal que no le hacemos ascos

Poember. 21 de Noviembre: Quizás

 Quizás en otra vida alternativa, 

quizás en universos paralelos,

quizás cogiendo gusto a los anzuelos,

cambiase de una vez mi perspectiva.

Quizás en mi experiencia sucesiva

quizás cuando las ranas críen pelos,

quizás cuando concluyan los deshielos,

y vague navegando a la deriva.

Quizás si hallo motivos suficientes,

quizás si me desprendo de mis males

quizás lamiendo el tiempo con los dientes,

quizás sin mis instintos animales,

quizás tenga principios diferentes,

pero eso, para mí, serán finales

Poember. 20 de Noviembre: Yedra

Los años pasarán inútilmente,

llenándome de arrugas y goteras,

saltándose en la agenda primaveras,

trenzando cada mes con el siguiente.

Y sé que cualquier día, de repente,

las larvas serán dulces de compañeras,

la yedra con sus ramas carceleras,

me va a inmovilizar completamente.

Y aquí estaré esperando puño en alto,

con un ardor que ya no disimulo,

dispuesto a comenzar un nuevo asalto,

por más que quieran dar combate nulo,

la muerte acudirá pegando un salto

y aquí la aguardaré dando por culo

Poember. 19 de Noviembre: Simple

 Quizá sea tan simple como amar,

sin lastre, sin anclaje, sin medida,

sin prisa, sin urgencia, sin herida,

sin traba, sin momento, sin lugar.

Quizá sea tan simple como hablar

con tiempo, con paciencia y empatía,

con ganas, con pasión, con alegría,

llevando el corazón de par en par.

Tan simple y así mismo tan complejo,

dejar de lado todo lo guardado,

lo incómodo, lo tórpido, lo viejo,

lo utópico, lo triste, lo pasado,

el monstruo que se esconde en el espejo,

que siempre nos recuerda lo olvidado.

Poember. 18 de Noviembre: Laberinto

 Me entrego voluntariamente preso

y soy, condicionado por mi instinto,

ratón de tu intrincado laberinto,

buscando compulsivamente el queso.

Rastreo olisqueando cual sabueso,

por cada recoveco del recinto,

si acaso no lo encuentro, te lo pinto,

que no pienso volverme de regreso.

Cansado del glacial laboratorio,

me quedo para siempre en tu interior,

qué ya conozco todo el territorio

y no imagino algún lugar mejor,

quizá sea un trastorno transitorio...

¡Lo que hacen los ratones por amor!

Poember. 17 de Noviembre: Suficiente

 Te sientas y repasas tu arsenal,

tus fuerzas, tus valores y tus miedos

tus ánimos, tus quieros y tus puedos

y piensas que no están del todo mal.

Si miran a través de otro cristal,

lo rozo con la punta de mis dedos

y a veces en el fondo de mis credos

parece que no soy nada especial.

Y así, tras las tostadas y el café,

afronto la batalla subsiguiente

notando sin saber muy bien porqué

un mal sabor de boca diferente,

un gusto gris e insípido, sin fe,

de ver que no resulto suficiente.

Poember. 16 de Noviembre. Ayer

 El peso de la sal del llanto preso

mantiene mi mirada sumergida,

hay días sin anhelos y sin vida,

y algunos en que ni siquiera eso.

No vuelven mis latidos de regreso,

después de haber salido en estampida,

pensé que no tenían más salida,

y me ha salido un corazón travieso.

Hoy dudo si dejarlo en el taller,

no sé si me lo aceptan por tan poco,

me centro en cualquier otro menester,

que no estaría bien volverme loco,

que no merezco  el éxodo de ayer,

ni creo merecerlo hoy tampoco

Poember. 15 de Noviembre: Rumbos

 Depende del andén en el que bajes,

del mundo que se impregna en tu pupila,

del lastre insustancial de tu mochila

o el peso de abultados equipajes.

Del ansia de seguir haciendo viajes,

del paso firme o ir pegando tumbos,

de a dónde nos dirijan nuestros rumbos,

y el don de comprender nuestros mensajes.

Depende del amor y sus flechazos,

depende del deseo y las pasiones,

depende de querencias o rechazos,

depende de despistes o atenciones,

depende de que no se hagan pedazos,

las buenas o las malas relaciones.

Poember. 14 de Noviembre: Luminiscente

Mi baile giratorio con pijama

al ritmo de un tic tac intransigente

tan solo te tenía a ti presente,

dormida al otro lado de la cama.

Prudente y señorial como una dama,

y autora de un gruñido indiferente,

la luz de tu reloj luminiscente

me daba un impagable fotograma.

Cansado de mi danza trasnochada,

gasté cualquier incómodo minuto

mirando tu silueta iluminada

del tímido haz de luz tan diminuto.

La suerte se diría que está echada,

y yo no tengo duda en absoluto

Poember. 13 de Noviembre: Fotos

 Momentos que quedaron atrapados,

recuerdos en un par de dimensiones,

retrato de un puñado de fotones,

que llevan sentimientos enganchados.

Registro de latidos del pasado,

llevarse a casa cientos de ocasiones,

La prueba de las conmemoraciones,

en gigas de memoria almacenados.

El hilo de Ariadna al que se prenden

instantes que resultaban remotos,

pedazos de ilusiones que dependen

de tiras negativas que se han roto,

y aún, cuando los hechos nos sorprenden,

tú y yo no nos hacemos muchas fotos.

Poember. 12 de Noviembre: Lisonjas

 A veces soy un tipo complicado,

rehuyo las lisonjas y alabanzas,

hostil ante maléficas confianzas,

indómito, insurgente, sublevado.

A veces con algún cable cruzado,

consumo libertad pero sin fianzas,

me da pereza andarme con venganzas

que el tiempo sirve en plato congelado.

Y a veces soy un tipo muy sencillo,

ni envidio, ni persigo, ni molesto,

me basta lo que llevo en el bolsillo,

y si algo necesitas te lo presto,

a medias por la falta de un tornillo,

a medias por estar fuera del tiesto

Poember. Día 11 de Noviembre: Mientras

Y mientras, yo fingía estar tranquilo,

sumido en mi tarea cotidiana,

ansiando que pasara la mañana,

comiéndome las uñas hasta el filo.

Tratando de evitar perder el hilo,

mordí en el desayuno mi manzana,

en una tentativa un tanto vana,

de hacer vida normal sin alma en vilo.

Y estaba demostrado su valor,

su fuerza, su templanza, su entereza

y no albergaba en mí ningún temor

creía en su victoria con certeza,

pero era un malestar perturbador

luchando por quedarse en mi cabeza.

Poember. 10 de Noviembre: Rotas

Un paso hacia adelante, como idiotas,

aún cuando escasean energías,

aislado o en dudosas compañías,

calzado o arrancándote las botas.

Mermado por llevar las alas rotas,

temblando sin parar las manos frías,

un paso aunque tengamos malos días,

y el vaso esté pletórico de gotas.

Un paso, aunque las ganas se nos vayan,

y a veces sin que exista ni el camino,

un paso entre las voces que no callan,

un paso, manifiesto o clandestino,

un paso, cuando las fuerzas nos fallan,

un paso independiente del destino.

Poember. 9 de Noviembre. Fantasmas

 De tanto ser turista en el abismo

y amar tan ciegamente cada herida

me fui de algunas partes de mi vida

volviéndome cicatriz de mí mismo.

Mirándome en la luz del espejismo,

del éxito en la batalla perdida,

sentí cómo la carne adormecida

prendía casi todo mi organismo.

Debajo, sin embargo, hay carne viva,

latiente y anhelante de ternura,

que acalla a los fantasmas de ahí arriba,

rompiendo osadamente la sutura,

que sabe que además de la saliva,

hay besos que suponen una cura.

Poember. 8 de Noviembre: Seis

 Me empeño en apurar cada partida,

que apenas van quedando un par de ratos,

al fin y al cabo somos como gatos,

que ya sólo atesoran una vida.

 Añoro de manera muy sentida,

las veces que acabé rompiendo platos,

la tierra, desprendida en mis zapatos,

de alguna de las seis que está perdida

El aire que salió de mis pulmones,

por cada exhalación paralizada,

las miles de veloces pulsaciones

nacidas de tan solo una mirada,

los cúmulos de buenas intenciones

fallidas y olvidadas en la nada 

Poember. 7 de Noviembre: Jarcias

 Sin mástiles, cobrándote intereses,

sin jarcias y mandándote al cajero,

sin velas ni velar por tu dinero,

timándote al timón todos los meses.

Con tibias, calaveras y botines,

pasando por la quilla al que no paga,

tu mísera fortuna nos embriaga,

sin riesgos, sin vergüenza, sin motines.

Luchamos por los cofres de oro y plata,

por cuentas delincuentes y corrientes,

sin garfios, mas con trajes y corbata.

Con créditos y engaños preferentes

mercamos, como un buen Banco Pirata,

por vicio y al servicio de los clientes.

Poember. 6 de Noviembre. Insomnio

 Maldita esta vigilia solitaria,

contigo pudo ser más divertida,

en cambio, tú estarás medio dormida

y aquí estoy yo llevando la contraria.

Terrible procesión de gama horaria,

segundos y minutos sin salida,

atroz naturaleza detenida,

alerta insustancial e innecesaria.

Insomnio traicionero y malnacido,

conté dos mil ovejas y al pastor

ni un mísero bostezo me ha surgido

y ya me estoy temiendo lo peor;

seguro que al final quedo dormido

al filo del letal despertador.

Poember. 5 de Noviembre: Escapar

Los monstruos y fantasmas del pasado

se ríen muchas veces en mi cara,

del miedo, de mis fobias, de mi tara,

de todo lo que no tengo cerrado.

Se burlan con un brindis a mi lado

parece que yo mismo no escuchara,

en cambio llega a mí, de forma clara,

su escarnio entre sarcástico y malvado.

Antaño me limitaba a escapar

y andaban persiguiéndome beodos,

no tuve más opción que resignar

pues me iban a alcanzar de todos modos,

y ahora nos reunimos en el bar

y pido nueva ronda para todos

Poember. 4 de Noviembre: Inefable

 Hay días en que el mundo necesita

de apoyos y palancas que lo empujen,

sus torpes engranajes cuando crujen

se atascan con parsimonia infinita.

A veces la gravedad deposita,

residuos de insuficiente paciencia,

la física es igual que cualquier ciencia,

y hay química que a veces no está escrita.

La alquimia de la palabra inefable,

del aire imperceptible de un gemido

del fin de una mirada interminable,

del vuelo de un instante reprimido,

de un labio con un beso inevitable,

del filo de un dolor incomprendido

Poember. 3 de Noviembre: Volver

 Después de surcar ríos por tus venas,

mordiendo cada sorbo de tu aroma,

besando cada nimio cromosoma,

donándote caricia a manos llenas.

Después de que esas carnes tan morenas

me dejen amorosamente en coma,

después de descifrar tu arcano idioma,

pariente de los cantos de sirenas.

Después de despertar con tu semblante

sin modo de saber si es hoy o ayer,

después de que encontré insignificante

que el mundo no albergara otra mujer,

me entrego sin dudar a la constante

de siempre tener ganas de volver

Poember. 2 de Noviembre: Lunas

 Y supe que en lugar de lunas llenas,

mejor era evitar frases vacías,

que vale más prender las alegrías

que velas alumbrando nuestras cenas.

Que sirve más rehuir llantos y penas,

que darle puntual los buenos días,

que ayuda más templar sus manos frías,

que andar conmemorando las quincenas.

Y pude conocer pasión sin rosas,

perdón y comprensión sin una flor

abrazos y caricias silenciosas,

lejanas al redoble de un tambor

y muchas más señales muy valiosas

de cómo manifestaba su amor

Poember. 1 de Noviembre: Contra

 En contra se encontraba mi pasado,

los hábitos que había contraído,

el tiempo tan valioso que he perdido,

lo oculto, lo secreto, lo olvidado.

En contra se ponía lo callado,

lo dicho sin pensar estando herido,

las formas, las metáforas, el ruido,

el hálito, lacónico y cansado.

Y aún, varado al borde del fracaso

logré sacar valor que no tenía,

las gotas no colmaban ya mi vaso,

en tanto que sediento las bebía,

dispuesto a caminar un nuevo paso,

feliz por intentarlo un nuevo día.