miércoles, octubre 07, 2020

La partida

 Supongamos que a este juego en cuestión

participamos con un solo intento:

desde la partida de nacimiento

hasta la partida de defunción.

Disponemos de una sola ocasión

para disfrutar de cada momento,

no nos piden ningún consentimiento

y no hay lugar para repetición.

Sin explicarnos las reglas del juego

nos encontramos la emoción servida

y no podemos esperar que luego

tras la derrota, proponga la vida

que tras haber renacido del fuego

nos animemos con otra partida