jueves, marzo 26, 2020

Escapistas

Recuerdo que hace tiempo toque fondo
empeñado en seguir una quimera,
mi corazón se reía por fuera
burlándose de un socavón tan hondo.

Cuando lo rescaté de un pozo hediondo,
no pude reprocharle que saliera,
yo habría dejado mi vida entera
colgando de un amor que nunca escondo.

Hoy que mantengo los pies en el suelo,
y mis latidos están donde deben,
hoy soy yo quien levantaría el vuelo
allá donde unos ojos me conmueven.
La mesura no supone un consuelo
cuando los ventrículos no se mueven.