Inmóviles
Llevo tiempo aquí sentado, pensando
y te contemplo frente a mí, tan quieta
tan callada, delicada y discreta
que no dejo de preguntarme cuándo
dar ese paso que estamos deseando,
desencadenar la pasión secreta,
confundir en una nuestras siluetas,
entregarnos amor de contrabando.
Y a resultas de esta espera infinita,
a la que le tiempo nos tiene obligados,
en semejante quietud inaudita
con un retraso, quizá, despiadado,
estamos aquí, mi bella Afrodita
absolutamente petrificados
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