miércoles, abril 06, 2005

Personaje Público

- Oiga. ¿Por qué me sigue? - le digo al individuo del micro.

- Estoy trabajando.

- Pues váyase a trabajar a otra parte - le espeto cambiando de acera

- No puedo. Es que usted es noticia

Me paro. Miro fíjamente al del micro y al de la cámara. Por lo que puedo ver, dos niñatos a tiempo parcial.

- ¿Cómo que soy noticia? ¿Por ir a la oficina soy noticia?

- ¿No se acuerda que el viernes por la mañana coincidió en la cola del pan con Belén Esteban?

- ¿Con quién? - respondo perplejo.

- No se haga el despistado. Intercambiaron unas palabras disimuladamente y luego salieron en direcciones opuestas.

- ¿Y? - Mi paciencia se va agotando

- Obviamente tenían un plan. Nos pillaron desprevenidos, nuestro reportero se vió obligado a perseguir a Belén y luego la perdió - explica el del micro

- Pero ¿quién es esa Belén? Creo que se confunden. Discúlpenme pero llego tarde.

Emprendo el camino de la oficina calle abajo. Descubro que me persiguen. Me paro

- ¿Qué opina su mujer de la relación que usted mantiene con Belén Esteban? - me interroga.

- Yo no tengo mujer - respondo intentando despistar

- Usted está casado con Carmen García, dueña de la boutique "Glamour", donde Belén compró el martes 15 un vestido de noche.

- ¿Cómo sabe eso? y ¿Quién es esa Belén?

- Le hemos investigado. ¿Le ha presentado ya a Andreita? ¿Qué opina de Jesulín como padre?

- Pero ¿qué Andreita? - pierdo los nervios y la emprendo a voces con mis perseguidores - ¿qué Jesulín? ¿El padre de quién?

- Je-su-lín de U-bri-que, por supuesto - silabea con retintín

- ¿El torero? -

Hago memoria. El tipo este salía con una pava fea a la que dejó preñada y luego se lió la grande cuando no se casaron. Ya decía yo que me sonaba la cara de la tía de la panadería. Me pidió 20 céntimos para no cambiar el billete de 50 €. veo la luz al final del tunel.

- Vale. Me habeis pillado. Pero se ve que sois novatos en esto. No os habeis dado cuenta de la movida -

Me miran con caritas de yonofuí.

- Si, Belén me habló a mí, pero si os hubiérais fijado bien, yo sólo serví de enlace entre ella y Borja, el hijo de la panadera, que se presentó a mister España por Madrid. Cuando ella salió estábais tan pendientes de sus movimientos que yo pude darle al chaval las señas donde debían encontrarse. Pardillos -

- No sabíamos nada, lo siento -

- No pasa nada, muchachos. Hagamos una cosa. A cambio de este soplo, no le mencioneis ni media a mi mujer. Tiene un caracter un poco irascible y nadie sabe como puede reaccionar. Y ya sabeis que el César a veces mataba al mensajero ¿vale?.

- Si, Si, de acuerdo. Y perdone ¿eh? -

- No pasa nada. Tampoco le digais a Borja que os lo he contado yo, no sea que la emprenda con los tres.

- Descuide. Hasta Luego.

- Con Dios

Hay que ver lo que tiene uno que hacer para no llegar tarde al trabajo