Dolías
Dolías bailando con cada mentira
la cruel melodía de un fin esperado.
Yo, absurdo, inocente, tragaba el anzuelo
que al fin desgarraba mi esófago inerte.
No encuentro orificios, ventanas ni puertas
que no haya cerrado y, en cambio, estás dentro
tejiendo recuerdos que había quemado
y siempre renacen las putas cenizas.
Y lloro por dentro por ver si te ahogas,
allá en lo profundo y a lágrima viva;
te vuelves un pez, te adaptas al medio,
y al fin te disuelves llevándote el sueño.
Maldigo tu espíritu, el mar, la tormenta.
Maldigo la sangre febril del recuerdo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home