lunes, diciembre 14, 2020

Saber

 Aquello que he aprendido a precio de oro

supone solo un grano en el desierto;

la arena movediza de lo incierto

es duna existencial de lo que ignoro.

Conservo mi razón como un tesoro,

mantengo mi cerebro bien despierto,

manejo con prudencia cada acierto,

destilo inexperiencia en cada poro

El niño que aún habita en mis entrañas

explora información como un juguete,

atiende a las historias más extrañas,

estudia, curiosea y se entromete,

disfruta construyéndose montañas

con granos que el estudio le promete.