Paz interior
Hace tiempo que rechazo tumultos
de palabras vacías, sin sentido
y por eso me mantengo recluido
mientras no se pueda hablar como adultos.
No son precisos los discursos cultos,
tan solo no sangrar por los oídos,
qué el personal no brame en alaridos,
qué lo más bello no sean insultos.
Sin tripas de la vida de mengana
a quien luego se brinda una sonrisa
y se le ofrece el veneno en manzana.
Prefiero que me dejen con mi risa
con mi autodestierro cada mañana
y con mi separación insumisa