lunes, diciembre 05, 2005

Taller de reparaciones

Caminó deprisa calle abajo, protegiendo entre sus brazos la bolsita de papel. El taller estaba en la esquina.

- Buenas - dijo.

- Buenas tardes, ¿que desea?- respondió el mecánico, rascándose la coronilla.

- Verá, le traigo esto, me lo han roto y quisiera repararlo - explicó, sacándo de la bolsa su corazón resquebrajado.

El técnico lo observó detenidamente, deteniéndose en cada una de las heridas.

- Esto no va a estar para hoy ¿eh? Ni para mañana. Esto tengo que pedir las piezas y... ufff ... Déjemelo, y ya le llamaré.

- Pues que fastidio.