martes, abril 02, 2024

La vida

 ¡Qué cortos son los hilos de la vida

que alcanzan para apenas un hilván!

Aquel que pretendía urdir un plan

se afana en la costura de su herida.

Nos brinda una existencia descosida

con hebras que tiritan como un flan,

en tanto que ella brinda con champán 

y alardes de niñata consentida.

Se jacta de olvidar nuestro futuro

por mucho que choquemos contra un muro

sin casco ni chalecos antibalas.

Nos lleva de la mano al paredón

cantando una fatídica canción

que vamos a aprendernos por las malas.