8° Deseos
El genio de la lámpara me ignora
por mucho que acaricio su farol,
me veta los deseos por ahora
y ahoga sus fracasos en alcohol.
El hada es una pécora traidora,
experta en vestiditos de charol,
que se ha negado a ser mi protectora
y dice que estoy fuera de control.
Opinan las estrellas más fugaces
que hay veces que se sienten incapaces
de hacer aquellas cosas que les pido.
La vela sofocada de mi tarta
declara que la tengo más que harta,
que empiece a madurar como es debido.
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