jueves, junio 15, 2023

La carga

 El jefe tiene guasa. No sé qué tengo que hacer para que confíe en mí. Le he dicho que el trabajo está hecho ¿no? Pues nada, lo tengo que transportar desde Asturias hasta Algeciras para que él lo vea con sus propios ojos. Y el coche apestando. No paro de fumar para que el humo del tabaco disimule un poco el olor. Al sintonizar la radio he dado con un canal de música de los ochenta, así que vengo vociferando canciones de mi infancia por toda Castilla y León. En "Barco a Venus" he notado una percusión inusual. Como un ritmo sincopado que no debería estar ahí. Son golpes que llegan desde el maletero.  Vaya mierda. Busco una salida por una pista de tierra que parece conducir a ninguna parte. El tipo del maletero comienza a gritar. Miro alrededor y quito el seguro de mi arma. Oigo que el pasajero vomita. También a mí me están entrando ganas. Casi no puedo aproximarme al maletero por el hedor. Con un pañuelo en la cara abro la portezuela. 


—Mátame, por favor —me dice.


A ver cómo hago para pegarle un par de tiros sin manchar de sangre el cargamento de queso cabrales.