lunes, abril 24, 2023

El árbol

 ─Entonces ¿no me vas a apoyar? ─preguntó nerviosa, mientras servía pienso a su chihuahua, que no paraba de orbitar a su alrededor.

Cariño, ese árbol lleva ahí toda la vida. A la gente le encanta detenerse bajo su sombra en verano. ¿por qué quieres quitarles eso? respondió su marido intentando fotografiar a Neo comiendo para su cuenta de Instagram. Neo enseñó los dientes.

Claro, como tu no recoges las florecitas que suelta, todo te da igual respondió airada, llenando el cuenco del agua.

Intento que no me suba la tensión, cariño. Y deberías hacer lo mismo. ¿Qué más da que suelte florecitas? Son bonitas, no es imprescindible recogerlas. Al menos no es para talar el árbol.

Neo volvió a enseñar los dientes.

¡Estoy harta de que me minimices! ¡Estoy harta de que me recuerdes el peso y la tensión! ¡Estoy harta de tu calma tan desesperante! ¡Y estoy harta de florecitas! gritó.

Puso de un golpe el cuenco en el suelo, derramando parte, y asustando a Neo, que le asestó un mordisco. Se echó la mano al pecho, soltó un estertor y se desplomó.

─ ¿Ves? Ahora tengo que recogerte a ti y no monto un drama.