Amantes
Decididamente, este chico tenía que pelarse o no podría verle más. Muy mono y viril, con esas melenas leoninas, y muy diestro en el empotramiento matutino. La dejaba incluso un poco dolorida, la verdad. Pero la aventura la estaba sometiendo a un estrés innecesario. Se ve que el muchacho empezaba a sufrir alopecia, por lo que se veía obligada a pasar deprisa la aspiradora antes de que llegara Luis, su marido, rapado al cero, y encontrara aquellos pelos morenos impropios de una rubia teñida como ella.
Tomó una rápida ducha y se preparó para ir a trabajar. Ella
y Luis se daban el relevo en el hospital.
Al llegar a casa Luis almorzó ligero y echó una siesta. Revisó
las grabaciones de las cámaras y el micro que había camuflado en el dormitorio.
Miró con pereza a su mujer haciendo el amor con el repartidor. A las siete se
duchó y esperó la visita de Vanessa. Ella también era enfermera de su
unidad. Morena, de pelo largo. Hicieron el amor hasta la noche y la amante se
marchó un rato antes de que Carmen regresara.
A la mañana siguiente, mientras esperaba al joven visitante,
Carmen no dejaba de preguntarse como aún quedaban pelos en la alfombra.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home