lunes, septiembre 27, 2021

La prisión voluntaria

 Las mentes que se aferran al cerrojo

prefieren las cadenas a las llaves,

las alas de las enjauladas aves,

aun libres se entumecen sin arrojo.

Las puertas francas son un trampantojo,

las rejas, cada vez son más suaves,

las zonas de confort no son tan graves

si dejas las neuronas en remojo.

La cosa es que si ves el enrejado

encuentras que hay más huecos que barrotes,

parece no estar mal ser torturado

cogiéndole el gustillo a los azotes,

ser náufrago ha de estar mal valorado

en base a lo que gustan los islotes.