Confesiones y paranoias de un hombre confuso ante los tiempos que vive
Esta dulce incertidumbre
que me hormiguea por dentro,
este ilusionado encuentro
que ansía el momento cumbre.
Este andar hacia la lumbre
en brumas de la distancia,
el final a la ignorancia
de los secretos a voces
de estás animas feroces
ansiosas de consonancia
Vivimos un mundo extraño
dónde el amor es eterno
por lo que dura un invierno
en cada estación del año.
Minimizamos el daño
del acceso de locura,
y como un menú basura
a elección del individuo,
que no nos deje residuo
ni muescas en la armadura
Dices que por qué camino
mientras sentado suspiras.
En tanto que hago, tú miras,
aguardando tu destino.
Tú ves y yo me imagino,
tú observas, yo experimento.
Tú piensas, pero yo siento,
tú esperas mesa servida.
Yo me cocino la vida
y pruebo cada momento.
Tus andares son la pauta
con que se mueve mi mundo,
a dos tictacs por segundo
caminando, tan incauta.
Soy tu absorto nalganauta,
cronista en tus contoneos,
No preciso tres deseos,
me basta solo con uno:
ser narrador oportuno
cuando salgas de paseo
En tus fotos hay miradas
