Adiós
Fue un adiós con dos portazos en estéreo,
un silencio sepulcral en la mirada,
y una bola de rastrojos en un western
presagiando una matanza en aquel duelo.
Fue un adiós de menoscabos a dos voces
y el final de una canción desafinada;
un camino bifurcado de un hachazo
desangrado en la inclemencia del instante.
Fue un adiós que no retiene prisioneros
rematado con disparos a mansalva;
un adiós con horas extras de UVI móvil
y dos huecos reservados en la morgue.
Fue un adiós con los dos pájaros de un tiro
fulminados y en la boca de un sabueso;
un adiós de los de córpore in sepulcro
que bordaba un infernal memento mori.
Fue un adiós de estrepitosa marcha fúnebre,
fue un adiós con una misa de difuntos,
fue un adiós, analizando los indicios,
sin lugar para un fugaz "hasta mañana"