viernes, agosto 15, 2025

Cómeme

 ¡Qué extraña anomalía psicofísica!

¡Qué rara aberración del raciocinio!

¡Qué insólitas respuestas sensoriales

 provocas en mi carne fascinada!

Pues basta que me arrime a tu persona

y advierta el tibio aroma de tu cuello:

empiezo a salivar como una bestia

que huele cada pulso de tu sangre.

Y yo, que soy un tipo cauteloso,

e intento no entregarme a los impulsos 

me trago el hambre atroz e intransigente

que no tiene que ver con comestibles.

Mas ardo en el deseo de tus senos

del hueco tenebroso de tu ombligo,

del sexo acogedor y encadenante

que augura cada poro de tu piel.

Yo sé que siempre he sido un soñador

y a veces me confunde el espejismo;

no obstante juraría que a menudo

descifro en tu mirada un dulce "¡Cómeme!"